Quizá te preguntes si realmente hay diferencia entre un bartender y un mixólogo. ¿No hacen ambos lo mismo? Sólo mezclar bebidas.
La respuesta es no. Un mixólogo se asemeja más a un cocinero bien entrenado. Detrás de cada obra hay muchas horas de investigación y estudio de los ingredientes, del concepto que se quiere crear, de la composición del sabor. Un mixólogo es alguien que estudia y desarrolla las habilidades para mezclar y crear nuevas bebidas.
“En pocas palabras, aquellos que se presentaron y prepararon un Vodka Tonic, eran bartenders, y aquellos que tuvieron un enfoque más culinario al momento de preparar las bebidas eran mixólogos.” Expresó Julie Reiner, mixóloga y propietaria del New York’s Flatiron Lounge y The Clover Club.
La ciencia de la mixología
Mezclar la cantidad correcta de alcohol con la cantidad correcta de refresco para obtener una deliciosa bebida es una cosa, pero asegurar un buen sabor sin perder la vivacidad del alcohol definitivamente es algo que solo los mejores bartenders pueden lograr.
Mientras uno podría pensar que preparar una bebida es una tarea fácil para el bartender, la mixología requiere una química genuina entre los componentes para desarrollar excelentes e innovadores cócteles.
Generalmente, la mixología es vista como un estudio detallado y refinado del arte y oficio de mezclar bebidas. Véase como el estudio de la química de las bebidas, y el mixólogo como el profesional que realiza ese estudio. Un mixólogo es como un chef de bebidas, no de comida.
La ciencia de la mixología prácticamente recae en dos grandes aspectos: la combinación de sabores y cristalería fina.
La mixología requiere una excelente atención al detalle y conocimiento de los ingredientes utilizados cotidianamente – el alcohol, licores, hierbas, frutas, jugos, refrescos, etc. ¿Un poco obvio no te parece? Pero conocer tu cristalería también es igual de importante que conocer tus ingredientes. Podrá parecerte extraño, pero existen ciertas formas y estilos de cristalería que además de brindar una presentación impecable, te ayudan a mejorar el sabor de la bebida.
Así que no puedes mezclar un licor al azar con la primera bebida que se te ocurra, solo por mezclar y esperar que el resultado sea bueno. El sabor de los ingredientes debe de armonizar de manera perfecta, realzando el sabor tanto del licor como del mismo refresco. Es muy sencillo que uno predomine sobre el otro, pero un buen mixólogo sabe como lograr el equilibrio deseado.
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