La plataforma Star+ sorprende con la producción de “El oso”, una serie protagonizada por Jeremy Allen White, como Carmen “Carmy” Berzatto, un hombre que debe dejar el futuro que le depara su gran talento en la cocina para regresar a Chicago y administrar el restaurante de sándwiches de su fallecido hermano.
Además de comida, el programa ofrece drama, y del bueno, con historias y personajes interesantes, profundos, humanos. También hay un toque de comedia, relaciones familiares complicadas (¿Cuál no la es?), el sentido de ser hombre, chef y, como punto medular, el suicidio.
Los espectadores destacan la agradable sorpresa que significa ver en la pantalla una cocina de verdad y, a su alrededor, personajes que, precisamente por mostrarse tan reales, “son odiosos”, que desagradan, caen mal, pero al final, como todo, adquieren un carácter humano.
En ocho capítulos, y una temporada 2 ya confirmada, los directores de “El oso”, Christopher Storer y Joanna Calo, presentan una “cocina de verdad”, bajo la asesoría del reconocido chef canadiense Matty Matheson, quien también interpreta a uno de los personajes.
Es una revelación para el espectador que disfruta los programas relacionados con la cocina y que entre el fuego, la salsa de tomate y las proteínas logra una conexión con las historias de personajes que, como muchos en la vida real, se encuentran atrapados en una vorágine caótica con la esperanza de algún día encontrarle sentido, en una comida que incluya a un redentor plato de spaghetti.