¿Cuántas veces te han ofrecido un jaibol al llegar de visita a alguna casa?
La sola palabra nos remite a un vaso alto con bastante hielo, un poco de brandy y refresco de cola. Si acaso, habrá quien lo pida con unas gotas o rodaja de limón.
De hecho, el Diccionario de la Real Academia lo define como una “bebida consistente en un licor mezclado con agua, soda o algún refresco, que se sirve en vaso largo y con hielo”.
En consecuencia, en el jaibol o highball (bola alta, en inglés), se emplea “cualquier licor”, aunque la mezcla resultante en cada caso puede recibir un nombre particular. La receta apareció por primera vez en 1900, en el Bartenders Manual de Harry Johnson. Sus ingredientes son whisky escocés, agua mineral y hielo, una forma simple, clásica y popular de disfrutar la bebida y fácil de memorizar.
Como ocurre con casi todos los cocteles, es difíciles precisar el origen del highball, aun cuando se sabe que la bebida surgió a finales de la década de 1890 en Inglaterra, donde los camareros de la época llamaban “bolas” a las bebidas de whisky, en las que se empleaban vasos altos.
Otra versión indica que el nombre proviene de una señal de ferrocarril del siglo XIX, en la que se empleaba una pelota que, al estar en alto, en el poste de señales, significaba que el tren podía pasar sin detenerse. Según la información consultada, en “The Joy of Mixology”, Gary Regan escribió que la bebida imita la señal del tren, de que era hora de irse: dos silbidos cortos seguidos de uno largo, ya que la bebida consiste en 2 onzas de whisky y un trago largo de ginger ale o refresco.
El highball puede ser una bebida muy ligera, ideal para refrescarse y mantener una conversación. Todo depende de la cantidad de refresco y whisky que se sirva –para una bebida ligera se emplea menos hielo, con lo que será mayor el volumen de agua gasificada que tendremos que añadir para completar el vaso y, por ende, la bebida resultará menos alcohólica –, aunque, como ya señalamos, hay muchos cocteles que siguen esa fórmula.
Para preparar la infinidad de highballs sólo tenemos que proveernos de una onzera medidora, una cucharilla de bar, un exprimidor de cítricos (opcional) y una servilleta cóctel para cada vaso.
Con eso podremos preparar algunos de los jaiboles más comunes y populares, como los siguientes; con pisco –aguardiente de uvas actualmente producido en Perú y Chile–: Chilcano (limón, bitters y ginger ale), Perú Libre (limón y Coca-Cola), Lima Mule o Pisco Mule (limón y ginger beer), Pisco & Tonic (agua tónica); con ron: la famosa Cuba Libre (limón y Coca-Cola), Dark’n’Stromy (limón y ginger ale).
Con bourbon: Presbyterian (agua con gas y ginger ale), Horse’s Neck (bitters y ginger ale); con tequila: Batanga (limón, sal y Coca-Cola), Paloma (limón, sal y gaseosa de toronja); con vodka: Vodka & Tonic (agua tónica), Moscow Mule (limón y ginger); con gin: Gin & Tonic (agua tónica); con scotch: Mamie Taylor (limón y ginger ale); Scotch & Soda (agua con gas); con Fernet: Fernet con Cola (Coca-Cola); con Pimm’s: Pimm’s Cup (7-Up); con Campari: Campari & Soda (agua con gas), Americano Highball (vermouth rosso y agua con gas).
Es recomendable utilizar bebidas gasificadas heladas, pues si se incorporan líquidos a temperatura ambiente el hielo se derretirá rápidamente. Hay que considerar que el propósito de un highball es ser una bebida refrescante, lo que implica que una persona que haya elegido bien su bebida la terminará mientras todavía hay hielo dentro de su vaso.
Una vez que el vaso esté lleno hasta media pulgada por debajo del borde, la mezcla se debe remover muy delicadamente con una cucharilla de bar. Si hay que añadir cítricos, hay que hacerlo antes de comenzar a remover la preparación.