Comer insectos es una costumbre ancestral en México y otros países, como hemos visto en este espacio, pero comer gusanos es algo que no a todos se les antoja.
Si eres de los que buscan platillos exóticos y ya comiste gusanos de maguey, escamoles y chapulines, te interesará saber que en Chiapas hay otra variedad de gusanos comestibles, llamados zats, que también son muy ricos y con alto contenido proteínico. Se les considera un platillo típico de la cocina indígena chiapaneca.
Estos insectos, cuyo nombre significa “gusano” en lengua tzotzil, viven en los árboles de caucho y capulín, principalmente en los municipios de Chilón, Ocosingo, Huitiupan, Simojovel y Yajalón. Es la larva de una chicharra, también conocida como mariposa nocturna, que mide unos 13 cm de largo y es de color verde con rayas café y amarillo.
Los zats proliferan en los meses de julio y agosto. Esos meses son pacientemente esperados cada año por quienes aman consumirlos. Dado que se encuentran en la parte alta de los árboles, lo que obliga a escalarlos, son los niños los encargados de la recolección, que se realiza a mano para transportarlos en cubetas.
Antes de cocinarlos, los zats se limpian exprimiendolos para sacarles las vísceras. Después se lavan y se les quita una bolsita verde conocida como pancita, se marinan con jugo de limón, chile Simojovel seco y sal para luego ponerlos a cocer en agua con sal hasta que ésta hierva.
Una vez cocidos, se les escurre el agua para freírlos en manteca de cerdo y se sirven con sal y limón. Aunque se acostumbra servirlos al centro de la mesa y consumirlos como botana con una salsa de molcajete, hay quienes prefieren comerlos en tacos.
Se dice que, además de su alto contenido proteínico, tienen muy buen sabor, suave, especial y único. Para algunos llevar gusanos a la boca puede ser una sensación desagradable, pero una vez que los pruebes comprobarás que se trata de uno de los platillos exóticos más ricos.
En los mercados puedes encontrar puestos donde te venden micheladas con zats. Si prefieres comprarlos, su precio ronda los 300 pesos por 700 u 800 gramos, pero ya está listo para llevarlo a la sartén con manteca.
