Una década ha pasado desde que Susana Corona de Rovero se mudó a Israel. En esos 10 años se cuenta su historia por medio de la cocina y los sabores de México en el extranjero. El prólogo se gestó en Cancún, entre 1997 y 2010, cuando ofrecía un exitoso servicio de catering especializado en comida kosher: Kosher Solutions Cancun.
Si la comida kosher llegó a los mexicanos, ahora toca el turno de que los israelíes disfruten “La sazón mexicana”, un servicio de catering para eventos, con un menú diseñado para los mexicanos que viven en Israel, cuyo éxito queda de manifiesto con las expresiones de nostalgia por el hogar en redes sociales.
En tan lejana tierra se puede comer mole, flautas, pozole y enchiladas, con ingredientes llevados desde México y otros que se consiguen en el país del Medio Oriente.
Tortillas en Jordania
“El israelí ya conoce bastante la comida mexicana, hay algunos restaurantes, dos o tres en todo el país, que hacen comida mexicana, pero también hay restaurantes tex mex que no son de mexicanos. Sin embargo, comida mexicana tradicional sólo yo la preparo”, dice.
No todos los clientes de Susy son mexicanos, la mayoría son latinos “y muchísimos israelíes, hay siete mil mexicanos en Israel, son pocos en un país de ocho millones de personas”, las tortillas de harina llegan hasta Jordania y extranjeros que llegan de visita a Tel-Aviv también acuden por su dotación.
El primer golpe de la pandemia, tomó por sorpresa a la chef mexicana, sin embargo, después de ese primer round hubo un boom con las entregas a domicilio, a pesar de que Israel estuvo entre las primeras naciones en las que se impuso el confinamiento debido a la covid-19.
La osadía de una judía
En Cancún, logró convencer a la gente que no es judía de consumir comida kosher. “Di conferencias, hablé de los beneficios médicos, no religiosos, de la comida kosher; yo era la única proveedora en el sureste mexicano de alimentos kosher. Gracias a eso, empezó a llegar el turismo kosher, fui precursora de eso, trabajé con los hoteles de gran turismo, trajimos al único rabino que había, porque no hay muchos judíos en Cancún”.
La cocina kosher tiene procesos muy específicos en la elaboración de alimentos, basados en la religión, por ejemplo, “no combinar cárnicos con lácteos, por eso te puedo preparar la comida típica de cualquier país con los procesos kosher, mixiote de pollo, pozole con pollo, quesadillas de papa, rajas o queso, o de pollo o guisados, sin crema”.
Otra batalla contra el machismo
En el otro lado del mundo, cocinar comida mexicana tradicional no es difícil porque el israelí come picante, “muchos vienen de Marruecos o de África, están acostumbrados a especias muy picantes”. Sin embargo, enfrenta retos culturales, entre ellos el arraigado machismo.
“Israel es un país de primer mundo, pero me topé con la competencia y el celo masculino de ver a una mujer trabajando, llegando a niveles altos, no les gustaba verme crecer, me siento orgullosa de lo que he logrado en un país lejano donde nadie me conocía”.
La chef considera abrir un restaurante más adelante, por el momento se siente contenta con la forma en que se ha desarrollado su negocio, “en tiempos de la covid-19 el mundo es hacia adentro”, indica y agrega que se requiere mucha entrega y trabajo físico.
“Mi misión es conservar y preservar la cocina tradicional mexicana, los orígenes, cómo surgió, promover los valores, la cultura de México por medio de la gastronomía, es nuestra historia, es quiénes somos y de dónde venimos; podemos meter ideas, como innovar o experimentar platillos, pero mi interés es que sepan qué es lo nuestro, que no se pierda lo tradicional del mexicano, sus raíces únicas, la gastronomía mexicana es patrimonio mundial”.
En la sazón mexicana “hay una magia que surge de cada persona, es el sabor de la abuela, la mamá, es inigualable, nuestra sazón es única (…) Me llena de alegría cuando me dicen ‘probé esto y me hiciste llorar’”.