En un mundo que cada vez pone más atención en la salud y el bienestar, las bebidas sin alcohol están ganando terreno en las preferencias de los consumidores. Entre ellas, los tés y cafés artesanales destacan no solo por su sabor, sino por su complejo proceso de producción que combina tradición, técnica y arte.
Los tés artesanales, provenientes de pequeñas plantaciones que priorizan la calidad sobre la cantidad, ofrecen una experiencia sensorial única. Hablamos de hojas seleccionadas a mano, secadas al sol, y procesadas con métodos que respetan los tiempos de la naturaleza.
Las infusiones nativas de México, como la tisana de cacao o el té de limón, forman parte de la herbolaria tradicional y ahora se posicionan como bebidas gourmet en el ámbito internacional. Estas tisanas no sólo deleitan el paladar, sino que ofrecen propiedades beneficiosas para la salud, un factor que cada vez más consumidores tienen en cuenta.
El café, por otro lado, vive su propia revolución. El proceso del café artesanal es un viaje fascinante que comienza en las alturas de las montañas, donde el grano es cultivado. Los pequeños productores de regiones como Chiapas, Veracruz y Oaxaca están elevando el estándar, ofreciendo al mundo granos de especialidad que son el resultado de un cuidado meticuloso y prácticas sostenibles.
Hoy en día los tés y cafés artesanales son una elección consciente por sabores auténticos y procesos respetuosos con el entorno y sus productores, y tu ¿Cuál prefieres?