El Philly Cheesesteak, un sándwich emblemático de Filadelfia, es un clásico de la gastronomía estadounidense. Conocido por su sencillez y su sabor delicioso, este sándwich combina carne finamente cortada, cebollas caramelizadas y queso derretido, todo ello servido en un pan hoagie tostado.
El Philly Cheesesteak tiene su origen en la década de 1930. Pat y Harry Olivieri, considerados los creadores de este sándwich, eran dueños de un puesto de hot dogs en Filadelfia. Un día, decidieron preparar algo diferente: un sándwich de carne y cebollas. Al agregar queso, el sándwich se convirtió en lo que hoy conocemos como el Philly Cheesesteak.
La receta clásica del Philly Cheesesteak incluye:
- Ribeye steak, finamente cortado
- Sal y pimienta al gusto
- Cebolla dulce, picada
- Queso Provolone, en rebanadas
- Panes hoagie
- Mantequilla sin sal, ablandada
- Ajo, prensado
- Mayonesa al gusto
Para prepararlo, se corta el pan hoagie casi completamente, se mezcla la mantequilla con el ajo y se unta en el pan, que luego se tuesta en una sartén. Las cebollas se cocinan hasta caramelizar y luego se añade la carne cortada finamente, cocinándola hasta que se dore. Se sazona con sal y pimienta. La carne se divide en porciones, se cubre con queso y se deja derretir. Finalmente, se coloca el pan sobre la carne y se usa una espátula para transferir el sándwich al plato.
Aunque la receta original es simple, existen variantes que incluyen diferentes tipos de queso, como Cheez Whiz o American, y la opción de agregar pimientos verdes o champiñones. La elección del queso y los ingredientes adicionales puede variar según la preferencia personal.
El Philly Cheesesteak es más que un sándwich; es un ícono de la cocina estadounidense. Su sencillez y sabor lo han convertido en un favorito en todo el país y más allá. Ya sea en su forma clásica o con variaciones, el Philly Cheesesteak sigue siendo un sándwich imprescindible para los amantes de la comida.