Una de las técnicas que ha trascendido las cocinas profesionales y se ha hecho accesible para los cocineros caseros es el sous-vide, un método que promete transformar la manera en que cocinamos carnes, pescados y verduras: el sous-vide que significa “bajo vacío” en francés. Esta es una técnica de cocción que utiliza temperaturas precisas y controladas para lograr resultados que son consistentemente perfectos.
La comida se sella al vacío en una bolsa de plástico y se sumerge en un baño de agua a una temperatura específica y constante durante un período prolongado. Este proceso no solo garantiza una cocción uniforme, sino que también mantiene los jugos y sabores encerrados dentro de la bolsa, resultando en platos excepcionalmente sabrosos y tiernos.
Para comenzar en el mundo del sous-vide, necesitas un sellador al vacío, que puede ser tan simple como una bomba de mano y bolsas con cierre hermético, y un circulador de inmersión que mantiene el agua a la temperatura deseada. El proceso es sencillo: sazona tu alimento al gusto, séllalo al vacío, coloca la bolsa en el baño de agua con el circulador de inmersión ajustado a la temperatura deseada, y cocina durante el tiempo necesario.
La técnica sous-vide ya no está reservada solo para chefs con estrellas Michelin. Con un poco de curiosidad y la disposición a probar algo nuevo, cualquier ama de casa puede adoptar esta técnica y comenzar a producir platos que rivalicen con los de los mejores restaurantes.