La más reciente propuesta de los chefs Karina Mejía e Israel Montero reúne la tradición de la
cocina provenzal con el alma y la pasión mexicana, en un moderno bistró que emerge como
un nuevo ícono gastronómico de la Ciudad de México.
Ideado por los chefs Karina Mejía e Israel Montero, el espíritu de la peregrinación se refleja en cada especialidad, celebrando la rica herencia de ambas culturas. El menú de temporada promueve platos para compartir, donde cada preparación es un homenaje a la diversidad y creatividad. En él conviven armónicamente el Pâté en croûte, la Pissaladière de raíz provenzal, o la Crème Brûlée con vainilla mexicana, además de elaboraciones a base a alimentos frescos de proveedores locales, que exaltan los valores de una cocina sincera que pone en primer plano el disfrute de los sabores ricos y de alta calidad.
También se han considerado platos especiales, preparaciones con pescados y mariscos —como las Ostras mignonette o la Pesca del día a la meunière—, además de pastas y preparaciones estacionales. Estas recetas se entrelazan con una sencilla y refinada base de entradas, ensaladas, sopas —como la de cebolla al estilo les halles o la crema de almeja blanca—, postres y selecciones de quesos y carnes frías, que forman el menú de Saint Jacques Bistrot, donde se reafirma el compromiso con la técnica, honrando la creatividad y el talento de los chefs.
La propuesta de Saint Jacques Bistrot es enriquecida por una coctelería que también ha sido moldeada por esta travesía gastronómica, donde las fronteras se difuminan y se abrazan los sabores del mundo para crear algo auténtico. Los clásicos de siempre son intervenidos con toques innovadores, junto a una cuidada selección de vinos que se torna fresca y emocionante con la compañía de una extensa gama de vinilos dispuestos para complementar el ritmo de la música que varía según el instante del día, creando un mundo auditivo tan cuidado como su oferta y brindando una visita memorable para cada comensal.
Los exquisitos sabores de los ingredientes locales se ven potenciados por la inclusión de insumos foráneos, dando vida a una paleta de matices singulares. Cada receta refleja un cuidado meticuloso por el detalle, procurando garantizar la trazabilidad, el respeto por el medio ambiente, el consumo responsable y una relación justa con los productores y sus comunidades. Mejía y Montero han cultivado relaciones sólidas con sus proveedores, quienes abastecen sus aventuras culinarias con carnes y pescados de diversas regiones del país, así como productos de temporada, vinagres, aceites y especias de calidad que realzan cada creación.
En su conjunto, Saint Jacques Bistrot ofrece una vivencia única en un ambiente distendido, que fusiona la refinada técnica francesa con la esencia de la cocina local, todo bajo un enfoque hacia la sustentabilidad y con el objetivo de convertirse en un restaurante de emisiones cero, utilizando exclusivamente productos responsables con el medio ambiente. El menú, diseñado para cambiar con cada estación, garantiza una sensación genuina y estacional que evoluciona en cada visita.
La experiencia en Saint Jacques Bistrot deleita todos los sentidos. La arquitectura y el diseño interior, concebido por el estudio MYT+GLVDK, transporta al visitante en un ambiente ecléctico y acogedor. El meticulosamente restaurado comptoir, que ha sido testigo de décadas de historia, ahora es el epicentro de un ambiente en el que convergen conversaciones y melodías, armonizando cada nota con el día a día, desde el más envolvente jazz hasta la vibrante electrónica francesa. Compartir un buen momento no se limita a un instante específico para convertirse en una filosofía donde cada elemento está diseñado para fomentar un sentido de comunidad e inclusión, que perdura más allá de la mesa.
Saint Jacques Bistrot emerge como un nuevo referente en Polanco, no solo por su excelencia en la selección de productos frescos y locales, preparados con pasión y ejecutados con maestría, sino también por ser un espacio donde se celebra la vida, la amistad y los momentos especiales. La más reciente propuesta de los chefs Israel Montero y Karina Mejía reafirma el compromiso de esta joven pareja con una hospitalidad innovadora, que no solo abraza los valores de la sustentabilidad integral, sino que también contribuye con su visión a un futuro más ecológico.