En México tenemos una gran variedad de productos que debido a sus características se pueden utilizar en diversos ámbitos. La uva (vitis vinífera) por ejemplo, la podemos encontrar como fruta fresca, como uva pasa después de ser procesada y como bebida al obtenerse de ella el jugo de uva y el vino.
Uva de mesa: La uva de mesa es el fruto natural que da la vid. Por sus características físicas es jugosa, dulce y carnosa; y se utiliza en la alimentación como fruto fresco, utilizada en ensaladas, cremas, postres y demás platillos. Es incluso considerada una excelente opción de golosina para los niños, ya que su sabor dulce y su textura son agradables al paladar de los pequeños y no solo eso, sino que aporta la cantidad necesaria de azúcares, vitaminas y antioxidantes para tener energía de forma natural y orgánica.
La uva pasa: mejor conocidas como las “pasitas” están presentes en gran cantidad de postres y platillos mexicanos. ¿Qué sería de un rico arroz con leche sin sus deliciosas pasitas? .Este pequeño fruto seco se obtiene del proceso natural de secado de la uva. Para que tenga las características que le dan fama, se tienen que seleccionar las uvas más dulces y carnosas, para que al ser deshidratadas, se concentren los azúcares y los sabores propios de ellas. La deshidratación se puede hacer de forma tradicional a la luz del sol esperando de tres a cuatro días, o en algunos casos se pueden someter a procesamientos para desecarlas a través de hornos y prensas que extraen la humedad de la pulpa.
Uva para vino: Técnicamente se podría elaborar vino con la uva de mesa, sin embargo no es lo más recomendable, ya que para la elaboración del vino es necesario que la uva cumpla ciertas características de tamaño, de sabor, del grosor de la cascara, etcétera. Es por esto que para elaborar vino, se recomienda la utilización de variedades muy específicas de la uva, por ejemplo, para hacer vino blanco, las variedades más recomendadas son: Chardonnay, Chenin Blanc y Sauvignon Blanc; ya que de acuerdo a sus características los vinos que ofrece son ligeros y afrutados, sin embargo para la elaboración de vinos tintos, las variedades que se recomiendan son: Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo.
En general para el cultivo de la uva para cualquiera de estos tres usos se requiere de temperaturas cálidas y estables, pues el cultivo de la uva es muy susceptible a las heladas.
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