La focaccia es uno de los panes más emblemáticos de la cocina italiana. Su origen se remonta a la antigua Roma, donde se preparaba un pan plano llamado panis focacius que se cocía sobre el fuego. A lo largo del tiempo, esta receta se consolidó en la región de Liguria, al norte de Italia, donde adquirió su textura esponjosa, su característico baño de aceite de oliva y su superficie adornada con ingredientes simples pero sabrosos.
Su popularidad radica en su versatilidad: puede servirse como aperitivo, acompañamiento o incluso como plato principal cuando se rellena o se cubre con ingredientes variados. A continuación, te compartimos cómo preparar una focaccia básica y tres versiones para experimentar con diferentes sabores.
Ingredientes base (para una focaccia mediana)
- 400 g de harina de trigo
- 1 cda de sal
- 1 cdita de azúcar
- 7 g de levadura seca
- 250 ml de agua tibia
- 3 cdas de aceite de oliva extra virgen (y un poco más para engrasar)
- Sal gruesa al gusto
- Romero fresco (opcional)
Preparación base:
- Disuelve la levadura y el azúcar en el agua tibia. Deja reposar 10 minutos hasta que espume.
- En un tazón, mezcla la harina con la sal. Agrega el agua con levadura y el aceite de oliva. Amasa hasta obtener una masa suave.
- Cubre y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora, hasta que duplique su tamaño.
- Extiende la masa en una charola engrasada. Deja reposar 20 minutos más.
- Con los dedos, haz hoyuelos en la superficie. Rocía con aceite de oliva, sal gruesa y romero si se desea.
- Hornea a 200 °C por 20–25 minutos o hasta que esté dorada.
Tres versiones para variarla:
1. Focaccia de jitomate cherry y albahaca
Coloca mitades de jitomate cherry en los hoyuelos de la masa antes de hornear. Agrega hojas de albahaca fresca al sacar del horno. Ideal para acompañar quesos suaves o ensaladas.
2. Focaccia de aceitunas negras y cebolla morada
Distribuye rodajas finas de cebolla morada y aceitunas negras deshuesadas sobre la masa. Un chorrito extra de aceite de oliva le dará mayor intensidad de sabor.
3. Focaccia dulce con uvas y miel
Sustituye el romero por uvas partidas por la mitad. Al salir del horno, baña con un poco de miel. Una opción perfecta para acompañar quesos maduros o como desayuno diferente.
Ya sea en su versión clásica o con ingredientes creativos, la focaccia es una muestra de cómo la sencillez bien ejecutada puede dar lugar a algo extraordinario. Prepararla en casa no solo es fácil, sino que permite experimentar con sabores y texturas que se adaptan a cualquier ocasión.