Querétaro es un estado que tiene más de un millón de visitas al año, informó la secretaría de Turismo Adriana Vega Vázquez Mellado, quien habló con orgullo de la oferta gastronómica y cultural que el visitante puede disfrutar en diversos escenarios.
La funcionaria describió la experiencia de estar en diferentes sitios como uno de los activos más importantes ya que los turistas pueden visitar una hacienda y revivir el estilo de vida en contacto con la naturaleza o, para los que gozan de experiencias más atrevidas, subirse a un globo en Tequisquiapan para estar entre nubes y degustar queso y vino.
El paladar se puede consentir en diversos restaurantes donde la oferta incluye desde tamales de elote (Guichepos); sopa queretana, hecha a base de caldo de pollo, tiras de tortilla, aguacate, queso, crema y chile serrano, así como chiles de convento, nopal en penca y conejo al pulque o mole de betabel.
No podemos olvidar las enchiladas queretanas, las gorditas de migajas, lengua mechada y las pacholas, a base de res molida, pan, epazote y huevo. El postre tiene nombres que pueden ser extraños o picaros, como los “pedos de monja”, que se debe a la forma de pronunciar “petto di monja”, que significa pecho de monja, se prepara de diversas formas e incluye el delicioso chocolate queretano. Otros dulces son los chilacayotes, la natilla de Bernal y la nieve sabor mantecado.
Todos estos sabores adquieren un toque especial si se prueban en algún Pueblo Mágico como Bernal, San Joaquín, Tequisquiapan, Cadereyta de Montes, Jalpan de Serra y Amealco de Bonfil, combinados con la ruta del queso y vino con extraordinarios maridajes que hacen las delicias de las visitas a este paradisiaco lugar.