Nelly Córdova Morillo siempre ha sido una mujer inquieta; desde el momento en que tuvo conciencia para apreciar lo hermoso de la vida. Atesoró en su mente los recuerdos de su región, especialmente las vivencias en el rancho de su abuelo, donde todos los colores, olores y sabores se conjugaban en un armonioso entorno amoroso.
Las imágenes de los antepasados, pendientes de la pared, los artefactos artesanales para preparar los alimentos y, sobre todo, la deliciosa comida de la familia, regresaban de manera obsesiva a su memoria privilegiada, por lo que un día decidió capturarlo todo en un espacio que le recordara su infancia.
Durante más de un año recorrió ranchos de familiares y amigos para colectar objetos vivos, con la intención de crear un espacio donde los tabasqueños pudieran reencontrarse con sus tradiciones y costumbres y que, de esa manera, emergerieran sus emociones. La comida sería un ingrediente importante, pero cada detalle del lugar tendría también una historia que contar.
Agotador, pero satisfactorio
Después de varios meses de trabajo, estaba orgullosa de lo logrado y con gran ilusión de abrirse al mundo. “A partir del 15 de octubre de 2015 ha sido un trabajo agotador, pero absolutamente satisfactorio”.
Pronto llamó la atención de muchas personas, no sólo de Tabasco sino de México y del mundo, quienes pensaron que valía la pena vivir la experiencia.
En Cocina Chontal cada elemento está vivo y cuenta una historia. Se trata de elementos con profundo significado para Nelly y emblemáticos de la región, como la antigua cafetera manual donde se cuela el famoso ‘”café de calcetín”, el batidor de madera para hacer postres, el cántaro de barro para mantener el agua fresca, los cuadros costumbristas de artistas chontales, la máquina de coser de 100 años, las macetas de ollas viejas de peltre, los metates de la abuela, los canastos de mimbre.
Además de la ambientación tradicional, la comida se sirve en platos de barro hechos por artesanos locales y se come con cucharas de peltre.
Tradición y nostalgia
La casa que alberga el restaurantes es de estilo chontal tradicional, con techos altos de tejas de barro y piso de ladrillo adoquinado; no hay intenet ni aire acondicionado, todo lo que aprecia el visitante son técnicas artesanales. Es un espacio donde el comensal se encuentra de manera vivencial con una época que ya se perdió o quedó muy atrás por los cambios vertiginosos.
“Todos los platillos que servimos en Cocina Chontal se basan en recetas tradicionales de mi familia. Mi abuelo festejaba su santo con banquetes suculentos. Lo primero que servían eran las enchiladas tradicionales, posteriormente servían sancochado, estofado y el mole tabasqueño, todos de pavo”, explica Nelly.
Esos platillos son la joya de la corona de Cocina Chontal; son de fiesta y no se pueden comer en días comunes porque se pierde la ilusión de esperar un año entero para degustarlos.
La cultura, otro ingrediente
“Junto con la cocina y la ambientación, otro ingrediente poderoso es que estamos en el corazón de una cultura maravillosa. Precisamente frente a la entrada a la pirámide de Comalcalco”, subraya.
Muchos de sus visitantes llegan para disfrutar su propuesta desde diferentes regiones de Tabasco, pero también recibe a turistas nacionales que recorren la Ruta del cacao y del chocolate y turismo internacional europeo ansioso de alimentarse de cultura.
“En el el peor momento para mi negocio, el de la pandemia que me obligó a cerrar más de seis meses, llegó la mejor noticia: el reconocimiento de la revista Food and Wine de ser uno de los 20 mejores restaurantes del mundo. ¡Con esa ilusión vamos a reabrir!”
Lee también