Para mí es importante sorprender al comensal con aromas, colores, sabores que lo inviten a saborear un platillo. Eso hacemos en el hotel Alaya Tulum, donde, además, buscamos satisfacer al huésped, hacer que se sienta como en casa, a gusto y cómodo, afirma el chef Francisco Villegas.
Junto con todo el personal del hotel buscamos satisfacer a los huéspedes, con el reto adicional de su gran diversidad cultural, pues provienen de distintas partes del mundo, añade.
Desde preparar una hamburguesa hasta un pipián, en la cocina del chef del hotel Alaya Tulum no hay límites y las fusiones están a la orden del día. Pollo tikin xic, pipián verde y rojo son ejemplos de lo que se puede encontrar.
“Hacemos una mezcla veracruzana, que es el pipián a base de pepita molida entera, el cual se pone a asar con tomate, cebolla y ajo. De igual manera, tenemos el pipián verde, que se hace con tomate asado, aguacate y pepita”, detalla.
Sobre la dificultad de satisfacer a clientes culturalmente diversos que llegan a Tulum, donde hay turistas locales, nacionales e internacionales, afirma que no ha sido tan complicado, pues hay platillos para todos los gustos y regímenes, incluso veganos, que son su especialidad.
Cada platillo un reto
“Aquí preparamos todo de manera diferente, le damos un toque distinto de sabor y de todo. El huésped, cuando lo prueba, se sorprende”, afirma.
Francisco Villegas tiene 12 años de experiencia como chef. Para él, la gastronomía es divertida, puede “jugar”, experimentar y asumir un reto en cada platillo
“Cocinar es muy divertido, en el momento en que comienzo a preparar mis platillos me enfoco en ellos, porque mi intención es que cuando las personas lo prueben se sorprendan y deleiten su paladar”, subraya.
Sobre los problemas para conseguir los ingredientes que requiere en la cocina, lo que es difícil en Tulum, que en un lugar 100 por ciento turístico, el chef Villegas apunta que, por fortuna, este municipio tiene geográficamente una ubicación “bastante interesante” porque está muy cerca de Felipe Carrillo Puerto, que es una de las granjas productoras del Estado.
“Tratamos de meter productos locales, como el pollo y huevo orgánico, que se consiguen en Carrillo Puerto y en Valladolid, Yucatán. Por fortuna, cada vez hay más productores que le están entrando a esto. Nosotros llegamos y vemos si es el producto adecuado para nuestros platillos”, manifiesta
