La gastronomía moderna está experimentando una fusión creativa entre la cocina y la pastelería, difuminando las líneas que alguna vez separaron estos dos mundos. Chefs y pasteleros de renombre están explorando ingredientes y técnicas de ambos campos para crear platos únicos y sorprendentes.
Uno de los puntos clave es la sinergia entre lo dulce y lo salado, donde ingredientes tradicionalmente usados en pastelería, como el hojaldre o el isomalt, ahora encuentran su lugar en platos salados, mientras que las técnicas de cocina enriquecen la pastelería con nuevos sabores y formatos. Un buen ejemplo es el xuixo de pato de los hermanos Roca, donde el hojaldre clásico se transforma en un plato principal.
Otro enfoque interesante es el uso de frutas como elementos principales, más allá de los postres, como lo hace el chef Joel Castanyé, quien incorpora el higo en combinaciones innovadoras con mariscos, lo que muestra cómo la pastelería puede inspirar sabores inesperados en la cocina.
Además, las técnicas pasteleras también han llegado a la preparación de carnes y otros platos salados, como en el caso del entrecoote con isomalt, donde el uso de un azúcar técnico típicamente utilizado en pastelería encapsula la grasa y crea texturas sorprendentes.
En definitiva, la fusión entre la cocina y la pastelería no solo amplía las posibilidades creativas, sino que también eleva la experiencia gastronómica, difuminando los límites entre lo dulce y lo salado.