El smoothie bowl se ha convertido en un ícono de la cocina saludable y visualmente irresistible. Y si hay una combinación que representa el sabor del trópico, es la de mango, maracuyá y coco. Este trío no solo ofrece una explosión de color, sino también una mezcla de texturas y nutrientes perfecta para comenzar el día con energía o disfrutar como snack refrescante.
Mango maduro para aportar cremosidad, maracuyá para añadir acidez y perfume, y coco para equilibrar con su toque exótico y ligeramente dulce. Juntos crean una base que puedes decorar con toppings de frutas frescas, semillas y superfoods.
Ingredientes (1 bowl grande)
– 1 taza de mango maduro congelado
– ½ taza de pulpa de maracuyá (sin semillas)
– ½ taza de leche de coco (sin azúcar)
– 1 plátano pequeño congelado
– 1 cda de miel o jarabe de agave (opcional)
Toppings sugeridos:
– Rodajas de kiwi o fresa
– Coco rallado o en láminas
– Semillas de chía o hemp
– Maracuyá fresca
– Granola artesanal
Preparación
Coloca todos los ingredientes del smoothie en una licuadora de alta potencia. Procesa hasta obtener una mezcla espesa y homogénea. Sirve en un bowl frío y decora con los toppings de tu elección. La clave está en el contraste de texturas: busca lo crujiente, lo fresco y lo jugoso en cada cucharada.
Este smoothie bowl no solo es nutritivo, sino visualmente impactante. El color intenso del mango y el maracuyá lo hace ideal para compartir en redes sociales, y su sabor fresco lo convierte en un favorito durante los meses cálidos. Es naturalmente vegano, libre de gluten y fácilmente adaptable a cualquier estilo de alimentación.
Una receta perfecta para quienes buscan vitalidad, sabor tropical y estética en un solo plato.