El vino ya no se limita a la copa tradicional. Hoy, los mixólogos lo incorporan en tragos que combinan frescura, complejidad y un perfil enológico distintivo. Desde blancos afrutados hasta tintos robustos, el vino puede ser la base o el acento perfecto en cócteles pensados para sorprender el paladar.
¿Por qué usar vino en la coctelería?
Además de su elegancia natural, el vino aporta matices frutales, florales y especiados difíciles de replicar con otros ingredientes. También permite jugar con niveles de acidez, dulzor y cuerpo sin necesidad de usar azúcares añadidos o bitters.
Tipos de vino ideales para coctelería
- Vino blanco seco: fresco, cítrico y ligero; ideal para mezclas con frutas, hierbas o licores claros.
- Vino rosado: perfecto para cocteles veraniegos, con notas frutales y tonos visuales vibrantes.
- Vino tinto joven: aporta cuerpo y profundidad sin dominar el resto de ingredientes.
- Espumoso o prosecco: añade burbujas y un toque festivo a cualquier preparación.
3 cócteles con vino que debes probar
- Rosé Spritz
- 90 ml de vino rosado
- 60 ml de agua mineral con gas
- 15 ml de licor de flor de saúco
- Rodaja de toronja y ramita de romero
- Tinto Refrescado
- 100 ml de vino tinto joven
- 30 ml de jugo de naranja
- 15 ml de jarabe de canela
- Hielo y twist de naranja
- Blanco con Albahaca
- 90 ml de vino blanco seco
- 30 ml de cordial de limón
- 4 hojas de albahaca fresca
- Hielo y toque de soda
Tips para mezclar vino con éxito
- Evita agitar en coctelera, mejor mezclar suavemente para no alterar la estructura del vino.
- Cuida las proporciones para que el vino no opaque los demás ingredientes ni pierda protagonismo.
- Utiliza vinos jóvenes, frescos y con buena acidez para mezclas más equilibradas.
La mixología con vino es una invitación a reinterpretar la tradición y acercarla a nuevas generaciones. Tragos versátiles, ligeros y con identidad para quienes quieren lo mejor de dos mundos: lo clásico y lo innovador.